“Las empresas e instituciones tenemos muchas razones para apoyar el coleccionismo de obras de arte. Para las empresas porque les aporta un valor añadido, porque es un magnífico instrumento para presentarse en sociedad, obtienen una clara rentabilidad publicitaria por el acicate que supone su mecenazgo, y porque se consolida un patrimonio que se revaloriza con el tiempo y se usa como valor de intercambio con otros organismos, como ocurre con esta muestra, fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de La Línea y la empresa petrolera CEPSA que radica desde hace años en el Campo de Gibraltar”, ha manifestado la Vicepresidenta de la Fundación Provincial de Cultura (FPC) de Diputación, Ana Mosquera, en la presentación a los Medios de la exposición “Fondos CEPSA de Arte Contemporáneo”.

Como un merecido homenaje a Manolo Alés. Así se han expresado tanto Mosquera como Alfonso Escuadra Sánchez, concejal delegado de Museos del Ayuntamiento de La Línea, quien ha reconocido que la cultura es un magnifico campo para la colaboración entre instituciones, y entre las administraciones y las empresas, como lo demuestra esta exposición, un paseo por el arte contemporáneo que debemos a la finura de los eruditos criterios de Manolo Alés, a su profundo conocimiento del arte y a su empeño por lograr esta colección impresionante no sólo por su número, que supera largamente el centenar, sino por su calidad.


Todos tenemos una impagable deuda de gratitud con el nunca su ciertamente recordado Manolo Alés. Fue él quien, en su día, quiso seguir el camino, estrecho aunque acertado, de plantar cara a la mojigatería de la peor clase -que no otra que la intelectual y hacer aparecer en un paraje hostil un vergel de arte y buen hacer que, por fortuna, terminó imponiéndose contra viento y marea.

Aunque el fruto de su quehacer nunca tuvo fronteras, su obra tiene un espacio de referencia, ahora bautizado con su nombre, que no es otro que la Galería Municipal Manolo Alés de La Línea. Pero sería injusto no reconocer la contribución igualmente valiosa de quienes fueron creyentes desde el principio. De quienes, en el mejor estilo del mecenazgo tradicional, apostaron por sus planteamientos convencidos de que esa era la vía. De quienes, en suma, supieron estar ahí en los momentos más complicados; aquellos que marcaron el inicio de su trayectoria como Director, cuando todo fruto era aún esperanza y toda consecución se conjugaba en futuro. Algo de lo que pueden presumir muy pocos.

Quien sí puede hacerlo y además con toda solvencia es CEPSA Cultural, y les ruego contemplen tras este nombre a las personas que, desde la Dirección General a la responsabilidad de este servicio en concreto, supieron apostar por Manolo. Gracias a su ayuda, no se cuántas exposiciones tuvieron los complementos que contribuyeron a hacer de la cita artística con esta zona algo atractivo para los creadores. Prueba de ello son la ingente cantidad de catálogos, certámenes, y actividades culturales vinculadas a la Galería Manolo Alés que han llevado y llevan el logotipo de CEPSA.

En cierta ocasión escribí que resulta descorazonador contemplar como, en tiempos de raquitismo presupuestario y en aras de supuestas políticas de ahorro que no son tales, algunos gestores culturales sin duda para desgracia nuestra- no dudan en sacrificar el fomento de la cultura con mayúsculas, aquella que es insustituible alimento del alma, en favor de una sobreingesta de vanal cultureta; planteamiento sin duda más populista, pero que a la postre sólo nos empobrece. En ese sentido CEPSA fue siempre, gra- cias al criterio que aplica, un importante escollo ante esas prácticas.

Ese echar la vista atrás y contemplar el camino recorrido que lleva implícito una exposición como la que presentamos, es un buen momento para dar las gracias a CEPSA Cultural por tantos años de hacer gala de eso tan escaso como valorado que es el criterio, y por haber contribuido a proporcionar la cancha adecuada por la que un imaginativo e incansable corredor de fondo como fue Manolo Alés consiguió cimentar la excelencia de la que hoy goza su Galería, para beneficio y disfrute de todos campo gibraltareños.

Hay huellas imborrables de todos esos años de deleidad entre CEPSA y la Galería Municipal “Manolo Alés”. Han sido cientos las ramas, entre las que se incluyen las más conocidas del panorama artístico que, gracias a la labor de Manolo y al apoyo de CEPSA, han pasado por la Galería, enfrentándonos a experiencias conceptuales, cromáticas o estéticas muy difíciles de encerrar en palabras.

Como poso de todo ello, además de la satisfacción de haber actuado con acierto, ha quedado una excepcional colección que podríamos calificar como una de las mejores de este país, y que hacen de las instalaciones de CEPSA un verdadero compendio del panorama artístico contemporáneo.

Créanme si les digo que cuando contemplé las obras que componen la muestra seleccionada para esta exposición vinieron a mi memoria momentos inolvidables en los que, en compañía de Manolo, sus creadores nos daban las claves para penetrar abiertamente en su andamiaje. La muestra es pues excepcional y la ocasión única.

Sólo me queda felicitar de nuevo a CEPSA por su colección y darle las gracias por tantos años de apoyo cómplice hoy condensados en este gesto. Y no duden que lo hago de todo corazón por lo que ello supuso para Manolo Alés y su Galería, ambos indisolublemente unidos como una de las grandes experiencias de mi vida.

Alfonso Escuadra Sánchez. Tte. Alcalde Delegado de Patrimonio Histórico y Archivo, Museos y Turismo. Ayuntamiento de la Línea.

Galería Manolo Alés. 2010

Sala Rivadavia, Diputación de Cádiz. 2011